miércoles, 6 de marzo de 2013

LaFerrari, McLaren P1 y Lamborghini Veneno, el tridente de Ginebra






Después de mucha especulación sobre sus diseños, sus sistemas de propulsión y sus prestaciones, el Salón de Ginebra ha visto por fin el estreno mundial de una nueva generación de superdeportivos, los llamados superdeportivos del siglo XXI, encabezados por el sucesor del Ferrari Enzo, LaFerrari, y el McLaren P1.



A la fiesta se ha unido también Lamborghini, que no podía dejar que la atención se centrara en sus más directos rivales. Así pues, ha vitaminado un Aventador, lo ha vestido con un traje más llamativo si cabe y le ha puesto un precio desorbitado acorde a su exclusividad: sólo se fabricarán tres unidades.


Aunque tuvimos la corazonada de que Porsche presentaría también su Porsche 918 Spyder en Ginebra, lo cierto es que se han guardado la versión de producción de su superdeportivo híbrido de última hornada para más adelante. Quizá para el Salón de Frankfurt aunque, visto lo visto, mejor no aventurarse demasiado con las conjeturas.




Maranello y Woking, frente a frente

Si en los años noventa tuvimos una batalla de superdeportivos digna de ser recordada eternamente (Bugatti EB110, Ferrari F50, Lamborghini Diablo, Honda NSX, Jaguar XJ220, McLaren F1 y otros tantos), en esta segunda década del siglo XXI la batalla se convierte en una carrera donde no sólo importa la velocidad con la que se llega a la meta, sino también cuál lo hace de forma más eficiente.

Aunque el consumo sigue sin ser algo clave en un superdeportivo (lo importante es la aceleración, la velocidad punta, el paso por curva, etc…), lo cierto es que la tendencia del mercado nos lleva hacia la hibridación, aunque en este tipo de coches es más para recortar drásticamente las emisiones de cara a las futuras normativas y también por razones de prestigio tecnológico, sobre todo. ¿Quién, en su sano juicio, habría pensado en un Ferrari híbrido? ¿Y un McLaren híbrido? ¡Ni de Chiste!

Pues bien, tanto el LaFerrari como el McLaren P1 son ya una realidad. Son modelos de producción (aunque limitada) y llegarán a la calle, aunque muy probablemente la gran mayoría queden en garajes-museo de adinerados compradores. Los coches, por muy caros y exclusivos que sean, son para conducirlos, no para pasarles un trapito de vez en cuando, pero bueno, ese es otro tema…



Ambos superdeportivos cuentan con tecnología heredada directamente de la Fórmula 1: trabajada aerodinámica activa con elementos móviles como los spoiler traseros (McLaren lo llama DRS, como en la F1) y sistemas de recuperación de energía en la frenada y asistencia eléctrica. En Maranello lo llaman HY-KERS y en Woking IPAS (Instant Power Assist System), pero en cualquiera de los casos se trata de un motor eléctrico apoyando a los de gasolina. El del McLaren tiene 179 CV, mientras que el del LaFerrari desarrolla 163 CV.

Si combinamos estos pequeños motores eléctricos con propulsores de altos vuelos, el resultado es escalofriante. Potencias superiores a los 900 CV y prestaciones de infarto. A pesar de las similitudes, cada sistema tiene sus peculiaridades. Ferrari, por ejemplo, utiliza un 6.3 litros V12 atmosférico de 800 CV como “base” a la que sumar la potencia eléctrica, mientras que McLaren usa el 3.8 litros V8 Biturbo del MP4-12C, aunque con una potencia mucho mayor, de 737 CV.

Si las cifras del párrafo anterior ya son ciertamente locas, las de éste son como para tener que reencajarse la mandíbula tras escucharlas. El LaFerrari tiene una potencia máxima total de 960 CV y un par motor de 968 Nm. El McLaren P1, por su parte, desarrolla una potencia combinada de 916 CV y un par máximo de 900 Nm.



Ambos son capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y consiguen alcanzar los 300 km/h en no mucho más de quince. Quizá uno de los detalles más interesantes es que el P1, a diferencia del LaFerrari, puede funcionar en modo exclusivamente eléctrico durante unos 20 kilómetros.

Los dos modelos comparten también exclusividad y precio. Del LaFerrari se producirán 499 unidades a un precio de 1,3 millones de euros. Del McLaren P1, por su parte, sólo se fabricarán 375 unidades. El precio, eso sí, es un poco menor: alrededor del millón de euros.

Lamborghini Veneno

No se trata de un modelo nuevo, sino de una variante del Lamborghini Aventador creada para llamar la atención en el Salón de Ginebra y no dejar todo el protagonismo al duo italo-británico. Sólo se fabricarán tres unidades a un precio de casi 3,6 millones de euros la unidad.



Bajo esa llamativa carrocería, repleta de aristas, nos encontramos con el mismo 6.5 litros V12 del Aventador, aunque con una potencia de 750 CV. Aquí no hay turbos ni motores eléctricos y por supuesto nada de alerones móviles. Fuerza bruta italiana en estado puro.

Gracias a la tracción a las cuatro ruedas y a un peso de 1.450 kilos (125 kg menos que el Aventador), acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanza los 355 km/h, así que en este aspecto no tiene mucho que envidiar al Ferrari y al McLaren.

Ahora que ya viste los tres modelos, ¿con cuál te quedas? Nosotros lo tenemos claro. ¡Con los tres!

Fuente: Motorpasion

Autor: Javier Álvarez


Saludos

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